Urbanismo hipócrita

Estos días ha podido pasar desapercibida una noticia sobre el urbanismo en Viveiro especialmente clarificadora. La asociación que reúne a los promotores de la provincia (APEC), emitía un comunicado en el que arremetía contra la posición del PP en la Comisión Municipal de Urbanismo y defendía la gestión de Melchor Roel. Si bien es cierto que estamos en una situación urbanística excepcional, no se recuerda nunca que esta asociación defendiera con tanto entusiasmo al PP cuando gobernaba. Muy buenas perspectivas y sensaciones tienen que tener para sus lucrativos negocios con Melchor Roel en la alcaldía para que les haya molestado tanto que el PP reclamara un mayor protagonismo de la Xunta en la resolución de las licencias de obra pendientes por silencio administrativo y que se atendieran los informes de los técnicos municipales.

Porque ahí parece que está el meollo de este enrevesado asunto provocado por Melchor Roel. Los técnicos municipales no están por la labor de informar favorablemente todos los posibles casos pendientes de adquirir licencias por silencio administrativo. El representante de los promotores en la comisión presiona de manera tenaz para que se admitan sus tesis en todos los expedientes, contando con la complicidad del alcalde, que intenta intimidar a los técnicos municipales para que las apoyen. No están logrando sus pretensiones, por lo que ya se ha anunciado la contratación de una consultoría y asistencia externa que dé satisfacción a sus deseos y que le va a costar a los viveirenses 10.000€ en tres meses (esto sí que es política de contención del gasto). Obviamente no se quiere ni oír hablar de llevar a cabo las muy recomendables consultas a la Xunta para que haga la interpretación de su normativa impuesta al concello.

Terminada cada sesión de la comisión, parece ser, alcalde y promotores comparten mesa y mantel, y probablemente estrategias conjuntas (¿quién pagará estas comidas?). Atrás quedan los días en los que Don Melchor llamaba a los promotores "especuladores" y les acusaba de ser los causantes del destrozo urbanístico de Viveiro. ¿Qué estarían diciendo Melchor Roel y toda la izquierda hipócrita y demagoga de esta ciudad si esto mismo sucediera, que nunca tal se vió, siendo alcalde César Aja? ¿Cuánto bramaron algunos en su momento, sin que se llegara ni por asomo a este punto de entreguismo a los promotores y basándose sólo en prejuicios oportunistas, sin fundamento en muchas ocasiones?

Con el bipartito en el poder, el urbanismo en Viveiro ha estado presidido por la contradicción permanente entre lo que se decía en público y lo que verdaderamente se hacía. Hay ejemplos para aburrir. Desde el famoso estudio de detalle de Magazos para construir 300 viviendas (el primer estudio de detalle apoyado con su voto por el Sr. Orlando desde que es concejal), un pelotazo urbanístico que fue anulado por la Xunta ya que no se ajustaba a la legalidad; o la famosa obra en las inmediaciones de la iglesia de Covas, que está tan encima de ésta que los que vivan en el segundo piso podrán tocar la campana si quieren; o la muy comentada edificación de la curva de Covas, que creció rodeando una farola (se pretendió intoxicar diciendo que era cosa del PP, aunque muy pronto los lectores de este blog verán las contundentes pruebas que demuestran quién la autorizó); o el ilegal rebajado de rasante bajo el puente de FEVE en el camino de Naín, que no cuenta con permiso alguno…y así podríamos seguir y seguir, porque hay muchas más… (atención al pleno del jueves 21 de diciembre en el que se va a proponer un convenio urbanístico en Celeiro que probablemente tenga informes desfavorables de los técnicos municipales).

Melchor Roel, que iba a ser el azote de los promotores, es ahora su más íntimo y servil colaborador, con el silencio cómplice, o ignorante, de Paco Luis y Orlando Expósito. Aunque suene a tópico, a alguno ¡quién lo ha visto y quién lo ve!