08 noviembre 2006

Un ambiente agrio y crispado en la política municipal

La coalición PSOE (5)-BNG (3) con el apoyo externo de IU (1) gobiernan Viveiro, tras unas elecciones que no le dieron la mayoría absoluta al PP (8) por menos de cincuenta votos. Esta oportunidad, por sorpresa y en precario, con la que se encontraron las fuerzas de izquierda para desbancar de la Alcaldía a César Aja, no la han sabido administrar de manera positiva, sino más bien todo lo contrario. Probablemente, porque sus programas electorales incluían propuestas irrealizables hechas desde la perspectiva de quienes tenían muy poca confianza en gobernar Viveiro, ni tan si quiera como coalición. Parece un hecho claro que, desde el primer día, su gobierno se basó en el revisionismo y en el desprestigio de los 20 años de César Aja, más que en poner en marcha alguno de sus escasos proyectos. Se han pasado toda la legislatura haciendo la prueba del algodón a la gestión de los gobiernos municipales anteriores, como tratando de buscar algo que confirmase sus poco rigurosas acusaciones, que les sirvieron para ganar un puñado de votos suficientes. Han promovido el enfrentamiento con la oposición, como nunca se había hecho antes, desde los prejuicios y el rencor, dedicándose única y exclusivamente a gobernar el pasado.

Lo que la ciudadanía espera de su Alcalde es que lidere una acción de gobierno encaminada no sólo a llevar a cabo proyectos sino también a buscar acuerdos con la oposición. Los ciudadanos están hartos de enfrentamientos; corren tiempos en los que la valoración de los políticos está bajo mínimos y nada contribuye a mejorar esta situación el que se vea, como en el caso de Viveiro, que las diferencias políticas desembocan en ataques personales. Esto no pasaba antes de la llegada de Melchor a la alcaldía, lo que me lleva a deducir, que él es una pieza fundamental en este ambiente agrio y crispado de la política municipal. Su papel debería de ser el de contribuir lo menos posible a esto, buscando la distensión y la buena convivencia. No estaría mal que alguna vez respetase y comprendiese, desde su papel institucional, la labor de una oposición que cuenta con mucho mayor respaldo ciudadano que su partido. Son sus adversarios, no sus enemigos. Aunque todos sabemos que Churchill no es un referente en su ideario político, sería bueno que hubiera llevado a la práctica parte de su famosa frase: "en la victoria: magnanimidad; en la paz: conciliación".

Todo esto, obviamente, implica tener un soporte intelectual y una amplitud de miras que no parecen estar al alcance de quien, como buen sindicalista, busca las políticas efectistas de réditos rápidos. Por eso hace lo que hace desde estrategias marrulleras e infantiles. En cualquier caso, hasta quien brinda al bipartito el apoyo indispensable, añora los tiempos de César Aja, en los que acabado el pleno, todos los concejales se iban a tomar algo. Entonces había, sin duda, un liderazgo de otro nivel.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Acabo de votarlle unha ollada a este blog, e non poido estar máis de acordo con esto do ambiente crispado...o que pasa é que algo terán que ver tamén os do PP. De tódolos xeitos o Alcalde fai moi pouco por rebaixar o tono, máis ben nótase que lle vai a marcha. Un pouco provocador si é... unha mágoa porque parecía outra cousa.

Por certo, sería interesante saber quén sodes os que escribides.