Democracia
Uno algunas veces piensa que el actual gobierno municipal de Viveiro no está capacitado para dirigir este municipio. Es más, diría que en el fondo ellos también lo sospechan. De ahí que se dediquen a improvisar lo que sea y a atacar continuamente a la oposición, y así utilizar esta improvisación y este ataque como una cortina de humo tras la que ocultar su incapacidad para el buen gobierno de nuestra ciudad.
Todos sabemos más o menos qué es la Democracia, un sistema político que consiste en que el pueblo elige a su gobierno y participa en él. Y también todo el mundo sabe lo que es un dictador, una persona que abusa de su autoridad o trata con dureza a los demás, y un demagogo es un orador revolucionario que intenta ganar influencia mediante discursos que agitan al pueblo.
A juzgar por sus últimos comportamientos, el señor Roel ya no puede ocultar por más tiempo que en realidad tiene alma de dictador, aparte del demagogo al que leemos a diario en la prensa, y que su sentido de la democracia difiere bastante del concepto tradicional. En un sistema democrático normal la oposición tiene asignada la función de controlar y vigilar al gobierno, esto es democracia, y el gobierno tiene derecho a defenderse y rechazar las críticas pero cuando es el gobierno el que ataca a la oposición, acosándola e impidiendo su labor de control estamos en el inicio de una dictadura.
Las malas artes como gobernante del alcalde de Viveiro sólo son superadas por su cinismo: dice que el bipartito no quiere judicializar la política local, ahora, después de la campaña de acoso y desprestigio que organizaron contra la oposición, con una avalancha de datos tergiversados, y de salir en la prensa todos los días acusando por activa y por pasiva al anterior gobierno local. Aunque últimamente parece que algo les ha hecho recular.
El líder de la oposición, César Aja, ya ha explicado en varias ocasiones todo de lo que se le acusa, desmontando los ataques del bipartito. Si se dedicasen a gobernar, o por lo menos a intentarlo, sería de agradecer. Pero parece que esa labor requiere, más que el carné de un sindicato, ciertas dotes y capacidades que la naturaleza les negó y que, por ello se dedican a lo que mejor saben hacer: cobrar el sueldo y pasear su demagogia de taberna en taberna las 24 horas del día.
Todos sabemos más o menos qué es la Democracia, un sistema político que consiste en que el pueblo elige a su gobierno y participa en él. Y también todo el mundo sabe lo que es un dictador, una persona que abusa de su autoridad o trata con dureza a los demás, y un demagogo es un orador revolucionario que intenta ganar influencia mediante discursos que agitan al pueblo.
A juzgar por sus últimos comportamientos, el señor Roel ya no puede ocultar por más tiempo que en realidad tiene alma de dictador, aparte del demagogo al que leemos a diario en la prensa, y que su sentido de la democracia difiere bastante del concepto tradicional. En un sistema democrático normal la oposición tiene asignada la función de controlar y vigilar al gobierno, esto es democracia, y el gobierno tiene derecho a defenderse y rechazar las críticas pero cuando es el gobierno el que ataca a la oposición, acosándola e impidiendo su labor de control estamos en el inicio de una dictadura.
Las malas artes como gobernante del alcalde de Viveiro sólo son superadas por su cinismo: dice que el bipartito no quiere judicializar la política local, ahora, después de la campaña de acoso y desprestigio que organizaron contra la oposición, con una avalancha de datos tergiversados, y de salir en la prensa todos los días acusando por activa y por pasiva al anterior gobierno local. Aunque últimamente parece que algo les ha hecho recular.
El líder de la oposición, César Aja, ya ha explicado en varias ocasiones todo de lo que se le acusa, desmontando los ataques del bipartito. Si se dedicasen a gobernar, o por lo menos a intentarlo, sería de agradecer. Pero parece que esa labor requiere, más que el carné de un sindicato, ciertas dotes y capacidades que la naturaleza les negó y que, por ello se dedican a lo que mejor saben hacer: cobrar el sueldo y pasear su demagogia de taberna en taberna las 24 horas del día.
A todo esto me gustaría hacer una pregunta a quien me la puediera contestar ¿Los coches y furgonetas oficiales del ayuntamiento son para trabajos del concello o también para ir a la compra particular, tomar lo chatos etc., etc.? Lo pregunto con el máximo respeto, pero me gustaría saberlo.
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