Acumulando fracasos

La pasada semana fue de resaca electoral. En tertulias de bar, encuentros de calle, conversaciones de ascensor, charlas de tiendas o cotilleos de peluquería, surgieron interpretaciones de los resultados electorales y proliferaron sin distinción de idelologías, frases sabias y proféticas del porte “esto ya lo dije yo”, “xa o sabía eu”, “mira que llo advertín a algún”, “este era mi pronóstico”, “Ya dije que ganarían por mayoría”, etc, etc, etc…

Pero mientras algunos disfrutaban de las mieles del triunfo, algo crecidos con toda lógica comprensible… la vida municipal, con su rutina de estos últimos cuatro años, seguía inalterable, sin ninguna concesión a la euforia desatada por los resultados electorales.

Y la rutina en Viveiro consiste desde hace tiempo en recibir noticias que anuncian fracaso tras fracaso en el logro de mejoras y servicios para los vivarienses. En esta ocasión dos asuntos se suman a la larga lista de motivos de preocupación ante la falta de solvencia en la gestión por parte de los integrantes del gobierno bipartito.

Los únicos sin bandera azul
Por tercer año consecutivo Viveiro no va a contar con ninguna bandera azul en sus playas. Sufrimos las consecuencias de aquella barricadas cuando el gobierno bipartito decidió no ir a recoger los distintivos y ofendió de manera insultante a la Asociación de Educación Ambiental y del consumidor (ADEAC) acusándola de todo lo imaginable, como testimonian las hemerotecas de ese año. En ese momento, Melchor Roel emprendió una desenfrenada carrera de ofensas contra las instituciones, tras la que buscaba camuflar su incapacidad para recuperar las banderas azules para nuestras playas. En 2005 reconoció que ADEAC les había reprochado no haber acudido el año anterior a recoger la bandera azul, pero Melchor insistía en validar esa fórmula de protesta y bronca, arremetía de nuevo contra esta asociación por justificar la no concesión con argumentos que calificó de “peregrinos” y la acusaba de actuar con criterios “políticos”. ADEAC se vio obligada a emitir un comunicado de aclaración por el daño que se estaba causando a su imagen. El Alcalde tampoco dudaba en mezclar a la Xunta en sus manías persecutorias, lo que ponía de manifiesto el profundo grado de desconocimiento institucional de Melchor Roel, -dado que la Xunta nada tiene que ver con la ADEAC- y evidenciba una vez más la falta de rigor en sus críticas, las cuales le valdrían al regidor una dura reprimenda de la Consellería de Medio Ambiente. En 2006 el bipartito siguió aumentando el catálogo de ofensas amenazando con llevar el asunto al Parlamento Europeo (estas “bravuconadas”, tras ser recogidas por la prensa, siempre quedan en nada) y a pesar de que tanto el gobierno central como la Xunta estaban en manos socialistas insistían en las “razones políticas” para justificar el no contar con banderas azules un año más. El responsable de ADEAC en Galicia se veía obligado de nuevo a salir a los medios para explicar los criterios técnicos y aclarar a los ciudadanos que el único motivo por el que no ondeaba en Area ninguna bandera azul es por no contar con socorristas suficientes (A Mariña El Progreso 4-VI-06).

Tras esta larga lista de desaires, llegamos a estos días de 2007. De nuevo encontramos a nuestras playas sin ninguna bandera azul y lo que es más grave y preocupante, se repiten una vez más de manera contumaz los mismos errores de siempre. Cuando se conoce públicamente que Viveiro es el único municipio de la Mariña que no va a tener ninguna bandera azul, el Alcalde habla de “castigo”. Mientras ADEAC insiste en solicitar “diálogo” y en que las playas necesitan socorristas, Roel Rivas en una rueda de prensa se dispuso a seguir haciendo amigos y acusó a este organismo de otorgarlas antes a Viveiro cuando “los arenales no contaban con accesos para minusválidos ni sillas especiales para el baño, y las duchas de Area ni siquiera tenían agua, entre otras deficiencias” (A mariña El Progreso 2-VI-07). Esto y llamarles prevaricadores directamente es lo mismo. Insistió además en que Viveiro incrementó el número de visitantes a pesar de no contar con ninguna y que por él no las hubiera solicitado. Todo un despropósito que nos muestra la faceta más soberbia y prepotente de un individuo que antepone su orgullo personal a los intereses del municipio. Así es como Melchor Roel despeja los obstáculos del camino para evitar agravios y acercar posturas con ADEAC y así nos asegura de paso más años sin banderas azules.

Melchor Roel considera que Covas cuenta ahora con mejores accesos

Habría que decir también que, en todo esto, sorprende la posición carente de toda crítica por parte de la prensa local, reducida a una mera publicista de determinados alcaldes. Según nuestro análisis, no cabe duda que la actitud de Melchor Roel está directamente relacionada con el hecho de que Viveiro no cuente un año más con el distintivo azul en sus playas. Sin embargo la prensa local da amplia cobertura a sus pintorescas teorías persecutorias, obviando otros planteamientos que están en la calle y que parecen más acertados.

Hemos recorrido nuestras playas y aunque a simple vista parecen estar en perfectas condiciones (no entendemos por qué no se pide bandera azul para la de Sacido), encontramos una inesperada sorpresa en medio de la playa de Covas donde, semioculto en su sistema dunar, alguien parece haber improvisado un basurero. Se trata de una especie de acumulador de basuras donde se concentran todos los desechos que el mar o los usuarios arrojan a la playa y que en lugar de ser inmediatamente retirados se depositan hasta formar montañas de porquería que, en buena medida, podrían justificar la no concesión del galardón europeo. No es ese el caso del arenal de Area, donde sólo la falta de socorristas justifica que una de las mejores playas de Lugo carezca del preciado distintivo.

Muros de basura impactan la estética del arenal de Covas

Roel no entiende la no concesión del galardón europeo a Covas

¿Adiós al edificio del CAISS?

El Centro de Atención e Información de la Seguridad Social (CAISS) es un servicio que fue gestionado y comprometido cuando César Aja era alcalde de Viveiro. Este edificio se iba a erigir en un terreno en Lodeiro, próximo a Correos, donde hoy en día hay un lodazal que se utiliza de aparcamiento. El CAISS previsto para esta zona atendería a una población potencial de 36.000 habitantes y contaría con entre 15 y 20 funcionarios.

Con la llegada del bipartito al poder, Melchor Roel decidió inmiscuirse en esta gestión, presa por un lado de ciertos compromisos electorales poco reflexionados y por otro de su osada y pretenciosa intención de renegociar supuestas mejoras espectaculares en acuerdos ya cerrados y ultimados, buscando seguramente apropiarse del trabajo de otros (la residencia de la tercera edad fue un claro ejemplo); al final, allí donde teníamos algún nuevo servicio asegurado y Roel pone en práctica sus aclamadas “artes negociadoras”, lo perdemos indefectiblemente.

En este sentido, Melchor Roel se está acreditando como un insólito especialista en “meter el zueco” y perjudicar a Viveiro. Y siempre por su majadera obsesión por enturbiar, cuando no directamente abortar, las gestiones que su antecesor dejó encarriladas. Roel tiene derecho a modificar aquellos proyectos con los que no esté de acuerdo siempre y cuando tenga una alternativa mejor que ofrecer, lo que no resulta aceptable es que directamente prive a Viveiro de servicios y logros por el simple hecho de que se le ocurrieran a César Aja y no a él. Ese tipo de comportamiento paranoide, debido muy probablemente a su complejo de inferioridad hacia Aja (recordemos el argumento favorito de Roel en los plenos: “ahora mandamos nosotros, ahora mandamos nosotros”), parece reclamar algún tipo de atención especializada para nuestro regidor antes de que prosiga con su reguero de destrozos.

Así, su incursión en el futuro edificio del CAISS fue un nuevo cúmulo de despropósitos, que obviamente trató de ocultar aunque al final todo se acabó sabiendo. En primer lugar, dando muestras de un absoluto desconocimiento de lo que iba a suponer este servicio en número de funcionarios, pretendió que la Seguridad Social renunciara al terreno del Lodeiro a cambio de un inmueble que se conoce como Casa de los Maestros. Esta construcción se encuentra en el casco histórico próxima al restaurante “Xoquín”; por su antigüedad es, como cabía esperar, de dudosa funcionalidad, incómoda para los usuarios y con escasas posibilidades para albergar el número de funcionarios previsto. El alcalde defendió en una misiva enviada en el 2004 a la Seguridad Social este cambio, aludiendo a la potenciación del casco histórico y a que en el solar del Lodeiro pretendía ubicar a la Policía Autonómica (no hay nada de esto hablado con la Xunta aún ahora, mucho menos en aquel entonces).

Roel reclamó al INSS la reversión de terrenos para la policía autonómica

La respuesta de la Seguridad Social fue contundente, al constatar la inviabilidad técnica de los locales ofertados, e insistía en levantar el edificio donde estaba previsto en el Lodeiro, salvo que el concello ofertara otro inmueble de similares características al proyectado para ese emplazamiento. Estamos hablando de una respuesta que se da en mayo del 2006, lo que significan ya tres años de retraso sobre la fecha prevista para el inicio de las obras, y Melchor Roel aún no había resuelto donde quería ubicarlo. Como nuestro alcalde es muy tozudo y “turra”, pues el asunto del CAISS está empantanado, atrasado sine die, a lo peor habiendo corrido la misma suerte que la residencia de la tercera edad. No ha dado explicación alguna sobre el estado de la situación y por supuesto ha tratado de que se supiera lo menos posible sobre sus desafortunadas intervenciones.

El INSS le responde que la alternativa ofrecida para el CAISS es inviable y rechaza la reversión

El senador Aja elevó al Gobierno distintas preguntas sobre el CAISS, a través de cuyas respuestas quedaba meridianamente claro que las intenciones de Melchor Roel son totalmente inviables y que lo único que está logrando con todo esto es una demora innecesaria en la construcción del edificio, lo que puede poner en riesgo seriamente un servicio concedido y de gran interés para el municipio.

Las banderas azules, el Caiss, la capitanía marítima de Viveiro (que pasará a ser un distrito marítimo)… mientras celebran lo buenos que son al ganar unas elecciones, Viveiro gracias a su acción de gobierno, sigue… acumulando fracasos.