Concello de Viveiro, reserva de crianzas

Me cuentan que las sesiones del pleno del Concello del pasado jueves 21-XII y sábado 30-XII estuvieron de lo más interesantes. El “bipartito y un cuarto” no defraudaron y volvieron a mostrar sus numerosas carencias, sus cada vez menos efectivos trucos y sus habituales maneras más propias de tasca que de un Salón de Plenos. Al Alcalde se le ve cada vez con menos recursos para salir airoso de los líos en los que se mete y el PP está sabiendo sacar partido de esta circunstancia.

Andan preocupados a la caza del Lince y de toda la “trama organizada”, habida cuenta que los artículos de este blog, que por supuesto no leen, les están destapando algunas vergüenzas. El artículo "Urbanismo hipócrita" fue aludido en la sesión del jueves con la ironía cómica de Paco Luis, molesto por la información que se maneja, y con la rabia no disimulada y el recurso al insulto típico de Melchor Roel, que nos dedicó el calificativo de “miserables” porque no damos la cara. Nunca se le oyó decir lo mismo del “Heraldo de Viveiro”, quizás porque algunos de los que escriben en él, que tampoco dan la cara, pero que sí insultan, injurian, difaman e insinúan maliciosamente, están jaleados y dirigidos por miembros del bipartito y cuentan, sin duda, con el apoyo y comprensión de quien acude a esos mismos recursos cuando no tiene otra réplica mejor. Este blog fomenta el debate desde el argumento (lo que parece que duele más que si nos dedicáramos a insultar), no está controlado y no puede ser neutralizado, algo que esta izquierda, amante de la libertad de expresión sólo cuando se critica al PP, no puede soportar.

La sesión plenaria del jueves también dejó otros momentos significativos. Voy a destacar una circunstancia que empieza a ser preocupante y que pone de manifiesto el bajísimo nivel intelectual de la bancada socialista (quizás porque hay una contradicción entre los términos “intelectual” y “socialista”). Hay dos concejales, “el moro” y “Rafaelito” (como son conocidos popularmente) que se expresan de manera soez e impropia de quien ostenta una representación ciudadana.

Así, tras un breve receso, “el moro” se sentó en su puesto, a la siniestra del señor Alcalde, vociferando “¡que ben me sentou este viño!” (cuanta verdad encierra esta humilde expresión). Los allí presentes no fueron conscientes de lo bien que le había sentado, hasta que en el desarrollo de uno de los puntos del orden del día, se dirigió a un concejal popular con la expresión “¡eres un rompecollóns!”. ¡Qué dialéctica! ¡Qué capacidad de síntesis! Sólo con esto se resume todo su ideario político.

Por su parte “Rafaelito” tuvo que ser llamado al orden por el Sr. Alcalde en diversas ocasiones por alterase, bracear y hacer comentarios sin estar en el turno de palabra; en estos comentarios abusa de la expresión “no te jode”, lo que motivó que fuera reconvenido por su camarada Melchor para que se expresara en un lenguaje menos impropio. Tiene una librería y parece que no abrió nunca un libro. También se le oyó decir, dirigiéndose a un concejal popular, “non quero a túa axuda nin borracho”…las alusiones etílicas son demasiado constantes y reveladoras.

Debe estar tan encantado “Rafaelito” con su papel mal educado e irrespetuoso con el turno de palabra, posiblemente porque le jalean los más ultras de la afición socialista, que en la sesión plenaria del pasado sábado continuó crispando el ambiente con mayor ardor. Lamentablemente, el Alcalde actúa de forma partidaria, beneficiando a su amigo, que sólo es merecedor de advertencias de expulsión sin que éstas lleguen a materializarse nunca… y ya va siendo hora, porque este concejal va a peor en su comportamiento.

Para terminar, sólo un breve comentario sobre la famosa multa de tráfico a Melchor Roel, adalid de la legalidad y la transparencia, que fue objeto de una nueva pregunta por parte del PP. Como siempre, hubo risas entre los fans socialistas presentes. La duda es si se ríen de la credulidad del pueblo, o de la ingenuidad de la oposición que sigue pensando que hasta Melchor Roel está sometido al imperio de la ley. Éste es un asunto sobre el cual el Alcalde puede despejar todas las dudas, más que fundadas, enseñando el justificante de haber abonado la multa. No ha sido así hasta el momento. Sólo se aprecia que está muy interesado en confundir y liar el tema cada vez más. Como único hecho cierto, se sabe que abonó el servicio de grúa, pero no la sanción impuesta por tener el coche mal aparcado. La oposición pregunta y el Alcalde no contesta. Como en él es habitual, sólo distrae.