Melchor Roel, "El sargento de hojalata" (un pleno valleinclanesco)

En la película "El sargento de hierro", protagonizada por Clint Eastwood, el sargento hacía instrucción todas las mañanas llevando puesta una de las dos o tres camisetas que el ejército americano ponía a disposición de los reclutas. Sólo si todos llevaban la misma que él, la intensidad de la jornada podía ser menos dura.

Algo parecido es lo que trata de hacer Melchor Roel con el apartado de ruegos y preguntas de los plenos. Hay que adivinar qué ocurrencia va a tener ese día, para optar a que responda alguna. El pasado jueves, sólo el concejal de IU era conocedor de que, ese día, tocaba responder las que se formularan por escrito previamente y no las orales. ¿Clarividencia?, quizás, aunque lo más probable es "chalaneo". El Sr. Orlando casi nunca hace las preguntas por escrito. Y en este caso tampoco…todo apunta a una pantomima, dado que la sobreactuación mostrada, indicaba claramente quién las había escrito. El PP una vez más se quedó sin poder preguntar, ya que sólo llevaba preguntas orales. Una triquiñuela más en este apartado de los plenos, que deja patente la estrategia de hacer lo posible y lo imposible para no tener que responder preguntas incómodas. El PP ya anunció que las presentará por escrito…a ver qué se le ocurre al señor alcalde, que presume de transparente y tolerante, para evitar contestarlas.

El pleno del 16-XI-06 dejó también una buena serie de anécdotas dignas de mención. Algunas corroboran que estamos ante un auténtico sargento de hojalata de la política. Al poco de haber comenzado el pleno, su concejal de Hacienda (el único al que se dirige en estos términos: "Sr. Teniente de Alcalde, tiene la palabra"), quiso hacerle una observación sobre el punto que se estaba tratando, a lo que le respondió airado: "¡¡Es el alcalde quien dirige los plenos...!!". Aviso a navegantes, si le dice esto a su querido teniente de alcalde, ¡qué no le dirá al resto de mortales! No hay pleno en el que no recuerde a todos los asistentes, una media de seis o siete veces, que él es el alcalde y el que manda... ¡todos firmes!, ¡se sienten, coño!

Otro momento espectacular fue el protagonizado por el concejal de IU, Orlando Expósito. Se debatía la concesión de una ayuda al Centro Comercial Abierto, Casco Histórico (el Sr. Orlando le llama "casco antiguo"). Todo apuntaba a una aprobación por unanimidad, pero… resultó que este concejal tenía un problema con la polisemia de la palabra "abierto". Parece ser que no entendía que se le concediera una ayuda a esta asociación, ya que según él, a pesar de lo que su nombre indica, los establecimientos no permanecen "abiertos" los domingos de feria. La carcajada fue general, pero lejos de extrañarse y reconducir su planteamiento, se mantuvo tozudo en su posición. Incluso entró el concejal de Turismo, César Naval, a explicarse y a argumentar. La combinación fue letal, un absoluto esperpento que provocó risas no disimuladas del primer teniente de alcalde y del propio alcalde. Así está el patio, nadando en la abundancia de la mediocridad. Al final el Sr. Orlando fue el único en abstenerse, explicando que lo hacía porque eran un centro comercial abierto que no abría los domingos de feria y, por si el argumento era visto como flojo, añadió que, además, eran una asociación con ánimo de lucro. No hay duda, este genio de la política está desaprovechado en Viveiro.